Mientras haces el amor con
otro hombre
tus ojos marrones son
toneladas
de tierra inerte que
entran en mi boca,
intento masticar pero
termino siempre
lleno de flores de otro
funeral,
con las mejores
intenciones,
de que me valen tus
halagos sino nacen
con mi nombre dentro de
sus huesos
y aun que luego se
propaguen,
seguro se irán
desgastando
con el simple roce del
aire,
con el simple paso del
tiempo...
Mientras sujetas con
fuerza el pene
de una justicia diferente
a la mía,
y acaricias con sutil
placer mojado
ese crepúsculo que separa
nuestro horizonte,
pareces hacer lo correcto,
pero te alejas..
Y prefieres ganar un
terreno de ceniza
a un pedazo de verde.
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