miércoles, 4 de abril de 2012


Mientras haces el amor con otro hombre
tus ojos marrones son toneladas
de tierra inerte que entran en mi boca,

intento masticar pero termino siempre
lleno de flores de otro funeral,
con las mejores intenciones,
de que me valen tus halagos sino nacen
con mi nombre dentro de sus huesos
y aun que luego se propaguen,
seguro se irán desgastando
con el simple roce del aire,
con el simple paso del tiempo...

Mientras sujetas con fuerza el pene
de una justicia diferente a la mía,
y acaricias con sutil placer mojado
ese crepúsculo que separa nuestro horizonte,
pareces hacer lo correcto, pero te alejas..
Y prefieres ganar un terreno de ceniza
a un pedazo de verde.

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