viernes, 19 de julio de 2013

Difícil hombre de consciencia no ordinaria

.Entre besar la carne o morder el hueso
llevas meses en caída libre, pero confianza es poder,
el cisma siempre vuelve a subyugar las mejillas
por eso la cremallera flexiona su entraña,
se rompe el velo y ahí está la iridiscencia
que delata en el alma el trasfondo del engranaje,
el enigma nos devuelve la calada y entonces entiendes:
te sumerges involuntariamente para siempre,
en una investigación cotidiana, de difícil hombre
de consciencia no ordinaria.


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